Alcaraz se despide de Abu Dhabi con otra derrota ante Ruud

Dos partidos y dos derrotas claras para Carlos Alcaraz en su estreno en la temporada 2023, aunque sin la preocupación que dan los torneos oficiales y con la tranquilidad de saber que sólo está poniéndose a punto después de un largo periodo de inactividad y problemas físicos. El tenista español se despidió sin victoria ni ganar un set del Mubadala World Tennis Championship, después de su tropiezo ante un Casper Ruud (6-1, 6-4) que mostró un nivel muy alto para estas instancias del año y se vengó, de alguna manera, de los triunfos de Alcaraz en las finales de Miami y el US Open.

Lo que más destacó de Carlos, y eso sí que comenzó dando cierta preocupación, fue el vendaje de su brazo derecho, a la altura del antebrazo, que se tradujo en una merma al servicio que implicó no ganar un solo juego de esta manera en todo el primer set. Mientras Alcaraz calculaba para no pasarse de fuerza, Ruud era un auténtico huracán que sólo se despistó una vez, y fue con su servicio, pero en el resto completó un parcial perfecto, cerrado con un inmaculado 6-1 en sólo 24 minutos de juego en Abu Dhabi.

Alcaraz sabe en qué momento de la temporada se encuentra y cuál es su situación. Además, el Mubadala World Tennis Championship no deja de ser un torneo de exhibición, pero cuando hablamos de tenis y partidos, Carlitos no quiere ser barrido como le sucedió ante Rublev y en el primero frente a Ruud. Vivimos entonces los mejores momentos del murciano, algo más cómodo al servicio y peleando de tú a tú los intercambios. La fluidez era otra, como si se estuviera encontrando poco a poco y en vistas al futuro cercano.

Carlitos se asomó en un par de ocasiones al break que hubiera alargado, con alta probabilidad, el encuentro hasta el tercer set, pero en el momento decisivo, Casper Ruud volvería a sacar su cara más feroz y efectiva, y con un solitario pero decisivo break, cerraba la contienda por 6-4 y ponía punto y final al periplo de ambos contendientes en Abu Dhabi, donde hemos visto una cara a la que Alcaraz no nos tiene acostumbrados, pero que es sólo parte del proceso.